Existen palabras que es inevitable asociar directamente con Aragón, y baturro es una de ellas. El baturro es esencialmente el tipo popular aragonés, una representación del trabajador rural, del jornalero y del hombre rústico poco acomodado.
Hay que buscar la popularidad de este término en la tradición regionalista propia del siglo XIX y en algunas expresiones populares como los cuentos e historias de baturros que se contaban por aquel entonces. La palabra baturro deriva de bato, hombre rústico y simple, y así, en estas historias, el aragonés aparecía retratado de manera exagerada como alguien tozudo y noble. Este tópico, que en muchas ocasiones se utilizaba de manera peyorativa, ha ido evolucionando con el paso de los años hasta perder buena parte de su esencia y alcanzar la categoría de apelativo cariñoso para los nacidos en Aragón. Sin embargo, el baturro nunca se ha desligado completamente de su carácter rural, noble y determinado.
Durante las fiestas del Pilar las calles de Zaragoza se llenan de baturros y baturras, reconocibles con facilidad por ir ataviados con traje popular. Si bien es cierto que Aragón atesora un amplio catálogo de trajes regionales, el de baturro es el más reconocible y el que cuenta con una mayor proyección.
En función de la finalidad del mismo, el traje de baturra puede ser de gala o de campesina. Este último, en su mitad inferior, está compuesto por un refajo cubierto por una falda de algodón y un delantal. La parte superior consta de una blusa blanca o chambra sobre la que se coloca un mantón de algodón.
En la versión de gala de este traje, la falda suele ser de seda y la blusa se presenta un poco más ajustada y colorida. El mantón con el que se cubren los hombros puede ser de seda o manilla y generalmente viene decorado con bordados florales u otros motivos similares.
El baturro viste un pantalón o calzón negro hasta la rodilla y camisa blanca con chaleco. Por encima de la camisa, el calzón y el chaleco se coloca una faja que cubre la zona del abdomen y puede ser de diferentes colores y tejidos. Su cabeza va cubierta por el tradicional cachirulo anudado a un lado y, por lo general, calza alpargatas de esparto.
Ya sea desfilando en algún acto público, interpretando jotas o simplemente disfrutando del ambiente callejero, la baturra y el baturro representan durante las Fiestas del Pilar la estampa más tradicional de la ciudad de Zaragoza.